Harmony Korine (conocido por su trabajo
junto a Larry Clark en Kids (1995) y Ken Park (2002)), presentaba el pasado
2012 Spring Breakers, filme escrito y
dirigido íntegramente por él con el que continua su característico punto de vista
sobre el mundo adolescente. Esta vez, Korine nos invita a un viaje hacia las
vacaciones de primavera americanas, un destino en el que se aloja el estilo de
vida más habitual de los jóvenes de hoy en día.
Candy, Brit y Cotty (Vanessa
Hudgens, Ashley Benson y Rachel Korine, respectivamente) son tres adolescentes
que, cansadas de sus vidas como estudiantes, deciden evadirse viajando a
Florida, el principal foco del Spring
Break, para dejarse llevar por el espíritu joven y la locura. A ellas se
unirá Faith (Selena Gomez), que a diferencia de las demás se muestra mucho más
inocente y reservada. Pero lo que debía ser un viaje inolvidable se acabará
convirtiendo en una experiencia turbia cuando, tras ser arrestadas por la
policía, nuestras protagonistas son puestas en libertad con la ayuda de Alien
(James Franco), un tipo con el que muy pocos querrían tener algo que ver.
El filme se organiza mediante el
relato cronológico de las “aventuras” que las cuatro chicas vivirán hasta
llegar a su destino. No obstante, este desarrollo aparentemente lógico se ve
afectado por un montaje que, a mi parecer, es uno de los aspectos más
destacables del largometraje. Korine lleva a cabo un uso notable de planos de
corta duración y saltos temporales que oscilan entre lo que está sucediendo y
lo que está por suceder, creando una experiencia audiovisual que refuerza el
punto de vista de las desenfrenadas vidas de las protagonistas. No obstante,
puesto que dicha técnica es la base principal del montaje del filme, en
ocasiones éste resulta algo denso para el atento receptor, que se puede perder
entre oscilaciones temporales. También cabe destacar la estética pop (en su
faceta más bizarra) y el abundante uso de recursos musicales, que construyen
una faceta visual que hace brillar al largometraje como letras de neón en la
oscuridad.
En definitiva, Spring Breakers es uno de esos filmes
cuya apariencia previa capta la atención del espectador por su aspecto extravagante,
para más tarde cautivarle con un argumento construido a partir del habitual punto
de vista crítico sobre el mundo adolescente de Harmony Korine.
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