sábado, 13 de septiembre de 2014

"Spring Breakers", Harmony Korine (2012)



Harmony Korine (conocido por su trabajo junto a Larry Clark en Kids (1995) y Ken Park (2002)), presentaba el pasado 2012 Spring Breakers, filme escrito y dirigido íntegramente por él con el que continua su característico punto de vista sobre el mundo adolescente. Esta vez, Korine nos invita a un viaje hacia las vacaciones de primavera americanas, un destino en el que se aloja el estilo de vida más habitual de los jóvenes de hoy en día.

Candy, Brit y Cotty (Vanessa Hudgens, Ashley Benson y Rachel Korine, respectivamente) son tres adolescentes que, cansadas de sus vidas como estudiantes, deciden evadirse viajando a Florida, el principal foco del Spring Break, para dejarse llevar por el espíritu joven y la locura. A ellas se unirá Faith (Selena Gomez), que a diferencia de las demás se muestra mucho más inocente y reservada. Pero lo que debía ser un viaje inolvidable se acabará convirtiendo en una experiencia turbia cuando, tras ser arrestadas por la policía, nuestras protagonistas son puestas en libertad con la ayuda de Alien (James Franco), un tipo con el que muy pocos querrían tener algo que ver.

El filme se organiza mediante el relato cronológico de las “aventuras” que las cuatro chicas vivirán hasta llegar a su destino. No obstante, este desarrollo aparentemente lógico se ve afectado por un montaje que, a mi parecer, es uno de los aspectos más destacables del largometraje. Korine lleva a cabo un uso notable de planos de corta duración y saltos temporales que oscilan entre lo que está sucediendo y lo que está por suceder, creando una experiencia audiovisual que refuerza el punto de vista de las desenfrenadas vidas de las protagonistas. No obstante, puesto que dicha técnica es la base principal del montaje del filme, en ocasiones éste resulta algo denso para el atento receptor, que se puede perder entre oscilaciones temporales. También cabe destacar la estética pop (en su faceta más bizarra) y el abundante uso de recursos musicales, que construyen una faceta visual que hace brillar al largometraje como letras de neón en la oscuridad.




En definitiva, Spring Breakers es uno de esos filmes cuya apariencia previa capta la atención del espectador por su aspecto extravagante, para más tarde cautivarle con un argumento construido a partir del habitual punto de vista crítico sobre el mundo adolescente de Harmony Korine.

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